La Ouija, se vende en las tiendas como un juego de mesa mas, y muchos tienen la creencia de que es el medio para acceder al mundo espiritual, pero están equivocados.
La Ouija es, un instrumento de comunicación, una tabla con letras y números que cualquiera puede fabricar.
Son las personas que usan el tablero, las que abren la puerta y sirven de medio para que las entidades que han cruzado a otro plano, se manifiesten de nuevo en nuestro mundo.
Si estás decidido a usar la tabla, debes tener cuidado y saber que eres el único responsable del uso de tu cuerpo como medio para la necromancia, una práctica prohibida por la mayoría de los cultos religiosos.
El nigromante nos advierte y explica:
Para invocar a un espíritu, necesitarás, además de la tabla ouija con su indicador, tres objetos más:
un vaso de cristal servido con agua a más de la mitad,
un pequeño plato de cerámica servido con azúcar y
una vela o veladora encendida.
Es importante que esto se realice en grupo, estar acompañado por dos o más personas, no lo hagas sólo, recuerda que tú eres el medio y al hacerlo sólo, estarías ofreciendo tu cuerpo entero al espíritu invocado.
Hasta 6 personas podrán tocar el indicador con un dedo cada una, estas personas no deben cruzar los brazos ni las piernas. y deberán quitarse cualquier adorno metálico, como reloj, aretes, anillos, o pulseras.
Deberán estar relajados y controlar el miedo, si alguna persona se pone muy nerviosa, es mejor que se retire. Si alguien empieza con bromas o burlas, es probable que no funcione la invocación.
No deben participar niños, porque corren el riesgo de ser manipulados por espíritus oportunistas.
Si se invoca poco antes del amanecer o del anochecer, funcionará mejor.
La vela o veladora encendida deberá colocarse entre el vaso y el plato.
Aunque es posible invocar al azar, es mejor conocer el nombre del espíritu al que se quiere llamar.
Para hacer el conjuro deberán ponerse de acuerdo, sobre que palabras se van a decir para llamarlo, y siempre habrán de pronunciar su nombre.
Pueden elegir a un participante para que haga este llamado o pueden hacerlo todos al unísono. Una vez hecho esto, esperarán un momento en silencio y le pedirán una prueba de su presencia.
Deberán estar atentos a sonidos extraños, aromas, cambios de temperatura o movimiento de algún objeto. A veces, el alma invocada, se manifestará, apagando la vela.
Antes de conversar abiertamente con la entidad presente, se hará una pregunta de control, algo que sólo el alma invocada pueda responder, si pasa esa prueba, todos los presentes podrán preguntar y conversar con ella.
Para despedirse, deberán agradecer por su presencia y desear que descanse
en paz.
Abrir la puerta del mundo espiritual, conlleva riesgos y podría darse el caso de que se presentase un espíritu desconocido que no pueda responder la pregunta de control. En ese caso, los participantes deberán negarle el permiso de permanecer en este mundo ordenándole que se retire y terminando con el ritual de manera inmediata.
Aceptar la presencia de un alma desconocida o llamar espíritus al azar, puede parecer atractivo para los fines de la necromancia, pero pueden producirse inconvenientes.
Que la entidad exija un favor, o que se dedique a insultar y maldecir a los presentes, derivando en posibles desgracias, rachas de mala suerte o incluso la muerte.
Recuerda que hay fuerzas que somos incapaces de comprender o controlar, y que el mundo espiritual está lleno de rincones oscuros que no querrás explorar.
Comenta y comparte tu experiencia.
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