La Tierra media, si existe y está en México!

                                       Yo vivo en Tlalnepantla, en el Estado de México, 

el significado en español, 

del nombre náhuatl de mi lugar de residencia es: 

Tierra de en medio

Se llama así por que fue fundada por los frailes franciscanos, 

en medio de los territorios de Tenayuca y Teocalhueyacan; 

con el fin de terminar con las disputas entre estos dos pueblos.

Se dice que en los lugares de en medio; es decir aquellos puntos donde 

convergen dos cosas totalmente distintas, es posible tener contacto 

con seres fantásticos, como los elfos, las hadas, los gnomos, duendes, etc.

El lugar de en medio por excelencia es el amanecer y el anochecer,

pues si te has fijado alguna vez. Llega un momento, 

en el que no es ni de día, ni de noche.

De ahí, el nombre del mundo, donde se desarrollan 

los eventos de la novela de J.R. Tolkien "El señor de los anillos"

"Middle Earth" o Tierra de en medio, o como se tradujo finalmente

 en los libros y como se le conoce popularmente: Tierra Media.

Un lugar habitado por seres fabulosos como los elfos y los hobbits; 

y terribles como los orcos.

En Tlalnepantla no hay elfos, ni hobbits, ni ents, 

ni enanos, ni orcos, ni trolls, ni wargos ni ningún tipo de creatura mágica.

Sin embargo, a diferencia de la Tierra Media;

Tlalnepantla (Tierra de en medio) si existe.

Como tu, así soy yo

Como tú

 Así es mi vida, piedra, como tú. 

Como tú, piedra pequeña; como tú,

piedra ligera; como tú,

canto que ruedas por las calzadas

y por las veredas; como tú,

guijarro humilde de las carreteras; como tú,

que en días de tormenta te hundes

en el cieno de la tierra y luego

centelleas bajo los cascos

y bajo las ruedas;

como tú, que no has servido para ser ni piedra

de una lonja,

ni piedra de una audiencia, ni piedra de un palacio,

ni piedra de una iglesia... como tú,

piedra aventurera,  como tu,

que tal vez estás hecha

sólo para una honda... 

piedra pequeña y ligera...

LEON FELIPE (Poeta español)

Dichos y refranes graciosos

Los pueblos comunican por medio de dichos, sentencias y refranes, sus experiencias de vida.

Algunos son muy graciosos:

• En los apuros y afanes, pide consejo a los refranes.
• Agua de las verdes matas, tu me tumbas, tu me matas, tu me haces andar...¡a gatas! 
• Beatitas y santurrones, en el infierno hay montones.
• Según San Andrés, el que tiene cara de bruto, lo es.
• Casa a tu hijo cuando quieras y a tu hija cuando puedas.
• Cagar y comer, despacio ha de ser.
• Calabaza fría, pedo todo el día.
• No me den, pónganme donde hay.
• Ni yendo a bailar a Chalma.
• Ignorante y burro, todo es uno.
• De los tontos y porfiados, viven los abogados.
• Si quieres que alguien se ría, cuenta tus penas María. 
• Resulta como la chía, espesa, babosa y fría.

chía: Es una semilla pequeñita, con la que se prepara agua fresca.

Hombres necios...

Sor Juan Inés de la cruz, escribió las siguientes redondillas. Donde explica la conducta voluble de los hombres, que acusan a las mujeres, de lo que ellos mismos causan:

Hombres necios que acusáis

a la mujer sin razón,

sin ver que sois la ocasión

de lo mismo que culpáis 

Si con ansia sin igual 

solicitáis su desdén, 

¿por qué queréis que obren bien 

si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia

 y luego, con gravedad, 

decís que fue liviandad 

lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo

 de vuestro parecer loco, 

al niño que pone el coco 

y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,

 hallar a la que buscáis, 

para pretendida, Thais,

y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro

que el que, falto de consejo, 

él mismo empaña el espejo, 

y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén

 tenéis condición igual, 

quejándoos, si os tratan mal, 

burlándoos, si os quieren bien.

Opinión, ninguna gana; 

pues la que más se recata, 

si no os admite, es ingrata, 

y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis 

que, con desigual nivel,

a una culpáis por cruel

y a la otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada

 la que vuestro amor pretende, 

si la que es ingrata, ofende,

y la que es fácil, enfada?

Mas, entre el enfado y pena

 que vuestro gusto refiere, 

bien haya la que no os quiere 

y quejaos en hora buena.

Dan vuestra amantes penas

 a sus libertades alas,

y después de hacerlas malas 

las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido 

en una pasión errada:

la que cae de rogada,

o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar, 

aunque cualquiera mal haga: 

la que peca por la paga,

o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis 

de la culpa que tenéis? 

Queredlas cual las hacéis 

o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,

y después, con más razón, 

acusaréis la afición

de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo 

que lidia vuestra arrogancia, 

pues en promesa e instancia 

juntáis diablo, carne y mundo.

Historia de los dos que soñaron

Cuento árabe de autor anónimo

Cuentan los hombre dignos de fe (pero solo Alá, es omnisciente y

Poderoso y no duerme), que hubo en El Cairo un hombre, poseedor

de riquezas, pero tan magnánimo y liberal, que todas las perdió,

menos la casa de su padre, así que se vio forzado a trabajar para

ganarse el pan.

Trabajó tanto, que el sueño lo rindió, debajo de una higuera de su 

jardín; y vio en el sueño. A un desconocido que le dijo:

“Tu fortuna está en Isfaján,¡vete a buscarla!”

A la madrugada siguiente despertó y emprendió el largo viaje; afrontó

los peligros de los desiertos, de las fieras y de los hombres.

Al fin llegó a Isfaján, pero en el recinto de esa ciudad, lo sorprendió

la noche, y se tendió a dormir, en el patio de una mezquita, que estaba

junto a una casa, y, por decreto de Alá todopoderoso, una pandilla de

ladrones atravesó la mezquita y se metió en la casa.

Las personas que dormían, despertaron y pidieron socorro. Los vecinos

también gritaron, hasta que el capitán de los serenos de aquel distrito,

acudió con sus hombres, y los bandoleros, huyeron por la azotea.

El capitán hizo registra la mezquita, y en ella, dieron con el hombre de 

El Cairo, y lo llevaron a la cárcel. El juez lo hizo comparecer, y le dijo:

-¿Quién eres y cuál es tu patria?

  El hombre declaró:

-Soy de la famosa ciudad de El Cairo, y mi nombre es Yacub, el magrebí.

El juez le preguntó:

-¿Que te trajo a Persia?

-El hombre me ordenó en un sueño, que viniera a Isfaján, porque aquí 

 estaba mi fortuna. Ya estoy en Isfaján, y veo, que la fortuna que me 

 prometió, ha de ser esta cárcel.

El juez se echó a reír:

-Hombre desatinado-le dijo- tres veces, he soñado con una casa en El

 Cairo, en cuyo fondo hay un jardín, un reloj de sol, después del reloj sol,

 una higuera, y bajo la higuera, un tesoro. No he dado crédito a esa mentira.

 Tu sin embargo, has errado de ciudad en ciudad, bajo la sola fe de tu sueño.

 ¡Que no vuelva a verte en Isfaján, toma estas monedas y vete! 

El hombre las tomó, y regresó a su patria. Debajo de la higuera de su casa

(que era la del sueño del juez), desenterró el tesoro. Así Alá le dio bendición y

lo recompensó y exaltó.

Alá es el generoso, el oculto.

  

Para que te rías un poco, estos chistes

Por teléfono:

Oye Venancio, te llamo por la podadora,

¡Caramba Manolo, pues que bién se escucha!

*

El padre:¿Qué significa esto? ¿Acaso le pago para que venga a besar a mi hija?

El maestro de música: No señor, esto lo hago gratis.

*

Dígame Rosita, ¿Se casaría usted con un hombre idiota pero inmensamente rico? 

Rosita: ¿A poco es usted inmensamente rico?

*

La esposa:  ¿Cómo haré para bañarme? 

La cortina del baño está rota 

y me pueden ver los vecinos de enfrente. El esposo:  No te preocupes, cuando te vean, ellos cerrarán la suya.

*

-Que viaje tan espantoso compadre, me tocó toda la noche, sentado junto a una ventanilla que

tenía el vidrio roto, iba muriéndome de frío...

-¡Caray compadre! ¿Y por qué no cambió de lugar con otro pasajero?

-Es que no tenía con quien cambiar, porque yo era el único pasajero del autobús.

*

Venancio: Yo tengo un perro que dice guau!

Pacorro: Yo tengo un gato que dice miau!

Manolo: Pues yo tengo u tarro que dice azúcar!

Como hacer pan blanco en estufa convencional

Esta receta la he probado varias veces, es fácil de hacer,  en una estufa convencional, como la mía, que no tiene calor de arriba, solo de abajo.

Voy a compartir la receta contigo, para varias cantidades de harina, y demás ingredientes, en gramos, en tazas y en cucharadas. No te quedes sin hacer este rico pan. 

Harina	500g	400g	300g	250g	200g
Levadura	8 gramos	6 gramos	5 gramos	4 gramos	3 gramos
Azúcar	50 gramos	40 gramos	30 gramos	25 gramos	20 gramos
Sal	1 cucharadita	1 cucharadita	1 cucharadita	1/2 cucharadita	1/2 cucharadita
Aceite de oliva	4 cucharadas	3 1/2 cucharadas	2 1/2 cucharadas	2 cucharadas	1 1/2 cucharadas
Agua	360 mililitros	275 mililitros	210 mililitros	170 mililitros	140 mililitros

Las tazas se miden, para la harina y el agua, aproximadamente a un 1 cm del borde, las cucharadas son soperas, las cucharaditas son cafeteras. 

Harina	2 tazas	3 tazas	4 tazas
Levadura	1/2 cucharada	2 cucharaditas	2 1/2 cucharaditas
Azúcar	2 1/2 cucharadas	3 cucharadas	5 cucharadas
Sal	1 cucharadita	1 cucharadita	1 cucharadita
Aceite de oliva	2 1/2 cucharadas	3 1/2 cucharadas	5 cucharadas
Agua	1 taza - 1cucharada	1 taza + 3 cucharadas	1 taza+16 cucharadas+1cucharadita

Procedimiento:

Coloca en recipientes cada uno de los ingredientes.

Pon a tibiar el agua, que no quede muy caliente, en un recipiente aparte,  agrega 100ml del agua que ya mediste, la levadura y el azúcar con 100g de la harina, de la que ya pesaste, disuelve bien. Déjala reposar hasta que se active la levadura, lo sabrás, porque se formarán burbujas. Ponle la sal a la  harina que quedó, revuelve bien.

1.- Cuando ya se haya activado la levadura, coloca la harina seca,  en la mesa o en un recipiente,        agrega la mezcla  ya activada de levadura y vierte el agua, poco a poco, no la viertas toda de una vez, porque depende el tipo de harina podrías necesitar mas o menos agua.

2.- Amasa con la ayuda de una cuchara grande, hasta que veas que ya no se ve harina seca en la mezcla, y puedas hacerlo con las manos, (como si estuvieras lavando ropa)  sobre una mesa limpia, 
es natural que la masa se sienta "chiclosa" y se te pegue en las manos, con el amasado y el aceite de oliva se irá suavizando. 

3.-Agrega el aceite de oliva, poco a poco sigue amasando ,si tienes  amasadora o batidora con varillas de amasar, úsala.

4.- Tu masa debe quedar lisa y suave, si la sientes dura, mójate las manos con agua limpia,

     y sigue amasando, (no agregues agua a chorro)

5.- Cuando esté lista, unta un bol con aceite de oliva y pon allí la masa, tápala con una 

      servilleta y déjala reposar hasta que duplique su tamaño. Dependiendo del clima, 

      Podría tardar 1 o 2 horas.

6.- Cuando haya crecido, saca la masa, ponla sobre la mesa y presiónala hasta que no tenga 

      Burbujas.

7.- Si quieres hacer panes individuales, divide la masa en partes iguales, del tamaño y forma

     que tu desees, tomando en cuenta que volverán a crecer. Coloca tus panes en una charola

     Untada con mantequilla y espolvoreada con harina, deja una distancia entre ellos de tal 

     Manera que no se peguen cuando crezcan, y dupliquen su tamaño. 

8.- Si prefieres hacer pan de molde, úntalo con mantequilla y enharínalo, haz un rollo con la

      masa, del tamaño del largo de tu molde, y ponlo a reposar dentro del molde hasta que 

      Duplique su tamaño.

9.-Precalienta el horno a 200°C

10.- Mete la charola o el molde  al horno, (si tienes un termómetro para horno, 

       podrás saber si tu horno alcanza las temperaturas indicadas en la perilla, por eso a veces

       Las recetas de pan fallan porque el horno no sube a la temperatura que se requiere). 

11.- El tiempo de horneado es de 25 a 35 minutos o mas si lo quieres bien dorado, todo depende de cada horno. El mío solo alcanza 200 grados y dejo mi pan 35 minutos para que quede dorado.

12.- Saca el pan y ponlo a enfriar sobre una rejilla.

13.- Disfruta de un excelente pan casero.

Consideraciones:

Si tu economía lo permite, cómprate una báscula, un termómetro para horno y un juego de tazas y cucharas medidoras.  

Deja un comentario, y hazme saber, si esta receta te fue útil. 

  

Asonancias

Sabedlo, soberanos y vasallos, próceres y mendigos:

nadie tendrá derecho a lo superfluo

mientras alguien carezca de lo estricto.

Lo que llamamos caridad y ahora

es sólo un móvil íntimo,

será en un porvenir lejano o próximo

el resultado del dolor estricto. 

Y la equidad se sentará en el trono

de que huye el Egoísmo,

y a la ley del embudo,que hoy impera,

sucederá la ley del equilibrio.

Salvador Díaz Mirón (poeta mexicano)