martes, 10 de abril de 2018

Hombres necios...


Sor Juan Inés de la cruz, escribió las siguientes redondillas. Donde explica la conducta voluble de los hombres, que acusan a las mujeres, de lo que ellos mismos causan:


Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis 

Si con ansia sin igual 
solicitáis su desdén, 
¿por qué queréis que obren bien 
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
 y luego, con gravedad, 
decís que fue liviandad 
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
 de vuestro parecer loco, 
al niño que pone el coco 
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
 hallar a la que buscáis, 
para pretendida, Thais,

y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo, 
él mismo empaña el espejo, 
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
 tenéis condición igual, 
quejándoos, si os tratan mal, 
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión, ninguna gana; 
pues la que más se recata, 
si no os admite, es ingrata, 
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis 
que, con desigual nivel,

a una culpáis por cruel
y a la otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada
 la que vuestro amor pretende, 
si la que es ingrata, ofende,

y la que es fácil, enfada?


Mas, entre el enfado y pena
 que vuestro gusto refiere, 
bien haya la que no os quiere 
y quejaos en hora buena.

Dan vuestra amantes penas
 a sus libertades alas,

y después de hacerlas malas 
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido 
en una pasión errada:

la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar, 
aunque cualquiera mal haga: 
la que peca por la paga,

o el que paga por pecar?


Pues ¿para qué os espantáis 
de la culpa que tenéis? 
Queredlas cual las hacéis 
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,

y después, con más razón, 
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.


Bien con muchas armas fundo 
que lidia vuestra arrogancia, 
pues en promesa e instancia 
juntáis diablo, carne y mundo.

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